El edificio de laboratorios del nuevo Hospital Universitario de Toledo, es un elemento de gran importancia arquitectónica, siendo uno de los principales referentes estéticos del conjunto de edificios que conforman el espectacular hospital.
Edificio de 9 plantas sobre rasante. Vista de la estructura ejecutada hasta Nivel+5 sobre rasante. Se aprecia el vial de comunicaciones en su interferencia con el edificio de laboratorios. |
Estructuralmente, ha supuesto dos grandes retos de especial complejidad:
-En primer lugar, el sistema estructural, consistente en losas circulares sustentadas sobre tres líneas de apoyo concéntricas: el muro interior, la alineación intermedia de pilares y el muro exterior.
-En segundo lugar, la cimentación del edificio se ve interrumpida en 15m por el paso del vial circulatorio soterrado. Eso ha supuesto una enorme complejidad estructural, debido a que el edificio con 9 plantas sobre rasante se ve interrumpido por el vial, haciendo necesaria la disposición de grandes vigas de canto para recibir la carga de las tres líneas concéntricas de apoyo y desviarla a los muros laterales de cierre del vial.
En cuanto a las tres alineaciones de apoyo de las losas, es necesario destacar el muro interior y el exterior, ambos concebidos como muros de carga, generando entramados de pórticos por los que baja la carga desde cubierta hasta cimentación. En el caso particular del muro exterior, no existe una bajada de cargas en la misma vertical, complicándose aún más la solución estructural, pero con un efecto estético evidente y de gran importancia en la concepción arquitectónica del edificio.
Ferrallado de las primeras losas. |
Vista de uno de los ventanales del muro exterior. Puede verse la alineación de pilares intermedios así como el muro interior. |
Muro interior. |
Plano de la estructura del muro exterior desarrollado. |
Primeros tramos del muro interior. |
En el entramado de vigas de apeo del edificio se ha procedido a una instrumentación en dos frentes: por un lado se han colocado termopares en el interior de las grandes vigas para comprobar que el gradiente térmico es coherente con el que se ha estimado en el proceso de cálculo y por otro lado, y dada la geometría tan “especial” del cilindro a apear con multitud de huecos que hacen que la bajada de cargas no sea fácilmente estimable, se han colocado bandas embebidas con el fin de controlar la entrada en carga del entramado.
Ferrallado de las vigas de gran canto para salvar el vial. |
Sistema de vigas de gran canto para apeo de las tres líneas de apoyo. |
Vista del muro exterior desde el interior del edificio. |
Estos trabajos, han hecho que la colaboración llevada a cabo entre Berra Ingenieros, Tash e Intemac haya servido para un enriquecimiento mutuo que sirve para reafirmar criterios y para adoptar mejoras en los procesos futuros. Este tipo de colaboración es importante, ya que el diseño arquitectónico debe ser correspondido por un adecuado diseño estructural y, posteriormente, con una correcta ejecución e interpretación de los resultados obtenidos en la monitorización, para la toma de las decisiones que correspondan.
Vista desde uno de los ventanales del muro exterior. |