Adjuntamos en esta ocasión, dos casos en los que los apuntalamientos empleados, no han sido correctamente colocados.
En el primer caso, se trata de unas mesas de encofrado, en las que, por el motivo que sea, no se tiene una superficie de apoyo adecuada para la sustentación de las mismas y del hormigón fresco que tienen que resistir. El apoyo sobre el mallazo, es claramente inadecuado.
En el segundo caso, se trata de un sistema tradicional, completamente erróneo en su planteamiento para resistir las cargas de la losa inclinada de cubierta. Los puntales tal y como se colocaron, no eran capaces de resistir los esfuerzos producidos por el peso y el empuje del hormigón fresco.