Desde el punto de vista de la dirección de obra es básico contar con una ingeniería estructural implicada en varios frentes, algunos de ellos alejados del puro cálculo, como son, entre otros:
- La comprensión, muchas veces difícil, de los criterios arquitectónicos que implican un diseño estructural complejo y alejado de los cánones clásicos
- La simplificación constructiva
- La evolución de criterios y detalles para un control de ejecución mas preciso
- La colaboración en temas relacionados con el control de calidad
- Seriedad en el cumplimiento de los plazos
- Una documentación gráfica (planos, croquis) completa
Pues bien, yo como miembro del equipo de la dirección facultativa de las obras del “Hospital General Universitario de Toledo” (pincha aquí para ver post sobre proyecto del Hospital) , en el departamento de estructura y cimentaciones, puedo decir que aquí lo esta cumpliendo “BERRA INGENIEROS” y con creces. Este edificio, de aproximadamente 500.000 m2 , presenta unos condicionantes arquitectónicos elevadísimos, que provocan alardes estructurales continuos y acompañado por un ritmo de obra que obliga a que se tenga que tomar decisiones muy importante en plazos de tiempo cortos lo que hace necesario que la ingeniería esté formada por personas con alta capacidad técnica y resolutivas porque en este proyecto no hay nada estándar.
Como singularidades mas especiales (sin incluir los cinco “edificios puente” de hospitalización que por su complejidad extra necesitarían un post único) podemos hablar del muro de entrada al edificio E y el apeo del edificio de laboratorios en un entramando de vigas de gran canto sobre el vial subterráneo.
En ambos elementos se ha realizado una ingeniería de detalle para poder simplificar el ferrallado de ambos elementos (dentro de la complejidad inherente a ellos), junto con un estudio detallado del hormigón a emplear (TMA, consistencia…) y el modo y secuencia de hormigonado.
En ambos elementos se ha realizado una ingeniería de detalle para poder simplificar el ferrallado de ambos elementos (dentro de la complejidad inherente a ellos), junto con un estudio detallado del hormigón a emplear (TMA, consistencia…) y el modo y secuencia de hormigonado.
También en ambos elementos se ha procedido a su instrumentación, trabajo desarrollado junto con Intemac (www.intemac.es), y que ha aportado información precisa sobre varios asuntos que hacen que sirva de realimentación de métodos de cálculo.
Como pincelada de la instrumentación os comento :
-En el muro del edificio E se procedió a una instrumentación mediante bandas y anillos extensiométricos con el fin de medir las deformaciones que durante el proceso de descimbrado y el proceso de carga del muro va a tener y comprobar lo obtenido en la modelización del muro (modelización compleja y que ha necesitado a parte del evidente estudio “manual” la elaboración de hasta cuatro modelos con distintas características) (pincha aquí para ver post sobre este muro)
-En el entramado de vigas de apeo del edificio de laboratorios ( edificio C) se ha procedido a una instrumentación en dos frentes: por un lado se han colocado termopares en el interior de las grandes vigas para comprobar que el gradiente térmico es coherente con el que se ha estimado en el proceso de cálculo y por otro lado, y dada la geometría tan “especial” del cilindro a apear con multitud de huecos que hacen que la bajada de cargas no sea fácilmente estimable, se han colocado bandas embebidas con el fin de controlar la entrada en carga del entramado.
Ambos trabajos junto con otros que se irán mostrando en sucesivos post ha hecho que la colaboración llevada a cabo entre Berra Ingenieros, Tash e Intemac haya servido para un enriquecimiento mutuo que sirve en algunos casos para reafirmar criterios y en otros para, después de un profundo estudio y discusión, adoptar puntualizaciones y mejoras en los procesos futuros.